A lo mejor tú
sí que eras para mi, y yo no supe darme cuenta o quizás no podía creer que
alguien como tu pensara en alguien como yo. A lo mejor pudimos haber compartido
los días de lluvia y las tardes de verano. Quizás hubiéramos podido compartir
nuevas emociones, quizás no nos hubieran faltado las sonrisas, los abrazos ni
las ganas de disfrutar el tiempo que podamos. Quizás llevara una foto nuestra
del primer fotomatón que se nos cruzó en el camino. Puede que con uno de tus
besos se hubiera detenido el tiempo. Por poder, podría haber sido una de las
historias más bonitas que jamás nadie ha contado, la mejor historia con la que
nos hayamos topado, pero hubo una cosa con la que no contamos: el miedo a
hacerte daño, a no poder ser lo que soñaba. El miedo que me daba el pensar que
nos podiamos equivocar.
Esta vez el miedo nos ganó la partida.
Esta vez el miedo nos ganó la partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario