Apareciste de la nada y cambiaste mi mundo..

Esta vez ganó el miedo.

 A lo mejor tú sí que eras para mi, y yo no supe darme cuenta o quizás no podía creer que alguien como tu pensara en alguien como yo. A lo mejor pudimos haber compartido los días de lluvia y las tardes de verano. Quizás hubiéramos podido compartir nuevas emociones, quizás no nos hubieran faltado las sonrisas, los abrazos ni las ganas de disfrutar el tiempo que podamos. Quizás llevara una foto nuestra del primer fotomatón que se nos cruzó en el camino. Puede que con uno de tus besos se hubiera detenido el tiempo. Por poder, podría haber sido una de las historias más bonitas que jamás nadie ha contado, la mejor historia con la que nos hayamos topado, pero hubo una cosa con la que no contamos: el miedo a hacerte daño, a no poder ser lo que soñaba. El miedo que me daba el pensar que nos podiamos equivocar.
Esta vez el miedo nos ganó la partida.

El amor es como una droga: si no la tienes, te ahogas.

Dicen que los amores se olvidan, pero no es así, solo intentan disfrazar todo el dolor que envuelve la palabra “olvido”. Supuestamente hay 3 fases que van de mayor a menor, pero esas tres fases son igual de duras,dolorosas y largas.Cada fase puede ser muy diferente, pero las dos letras que están constantemente en tu cabeza todos y cada uno de los días, horas,minutos y segundos son dos: ÉL. A partir de ahí te empiezas a comer la cabeza, y surgen pensamientos y remordimientos.Y por un momento te olvidas del dolor y recuerdas que estás en la etapa llamada olvido.Y luego vuelves a recordar todos los momentos vividos..pero lo peor de todo es que la primera imagen que te viene a la cabeza es su sonrisa,sus tonterias,las veces contadas que te decía te quiero...en fín, empiezas a recordarlo todo y te das cuenta de que le sigues queriendo como el primer día en que le viste y que ni las 3 fases,ni la palabra olvido ni el borrón y cuenta nueva podrán borrar la palabra “él” y la palabra “amor” de tu cabeza.

S--T-.

   Los meses pasan más rápido de la cuenta, las hojas del calendario se caen y van quedando atrás, pero por alguna extraña razón, los recuerdos no se van, permanecen más vigentes que nunca, como si esos 6 meses se me hubieran juntado en dos días. Un número es el que marca el dia de cada mes, un maldito número es el que hace que me acuerde de ti todos los días, que me acuerde de cada sonrisa que era para mi, cada beso que era para mi, porque a día de hoy, ya no lo son. Soy más cariñosa ahora, o eso dicen.. puede ser que desde el día que me demostraste que me estaba portando como una niña pequeña empecé a valorar más a la gente, y a tener en cuenta que no siempre las personas van a estar ahí. Y aunque todo esto ya ha terminado, ten presente que me arrepiento de algunas cosas que hice, algunas cosas que podria haber hecho perfectas, increíbles, pero que de alguna manera, el destino quiso que cada uno tomara caminos distintos.